
Hoy tacaba
conocer la ciudad, pero para eso
teníamos que llegar primero. Estábamos más o menos cerca, unos 4Km por ruta, y
cansados también. Sentíamos el peso de tantas caminatas a nuestra espalda y
después de la larguísima y empinada subida desde el camping a la ruta, que se
volvió eterna, decidimos hacer dedo.
Pero como sabe pasar
siempre en un viaje, las decisiones...