M P: Capitulo 16
Campamento
Italiano – Valle del Francés
Después de la tormenta llega la calma. El
día amaneció esplendido, soleado, sin viento, un poco fresco debido al horario
de mañana, hasta el aire olía rico. Sin dudas el clima, las bellísimas vistas y
los alrededores del campamento conspiraban para que fuera un día increíble, no
se podía pedir más, no quedaba otra que aprovechar ese día al máximo.
Era las 6:00 de la mañana cuando los ojos
se abrieron solos, casi a esta altura no hacía falta ya el despertador. Fui al
baño, busque agua en el río para el desayuno, y aquí el paisaje me robo la
primer sonrisa del día con una hermosísima vista de la mole de 2700m de altura,
con sus brillantes hilos eternos al sol de la mañana, el cerro Paine Grande.
De muy buen ánimo, desayune tranquilo,
aliste la mochila chica con las cosas necesarias para la caminata diaria y
partí a las 6:40 am rumbo al Valle del Francés y su mirador británico.
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Cerro Paine Grande. |
El sendero transcurre en su totalidad a lo
largo de la margen este del río del Francés. Los primeros metros los caminamos
bajo el bosque de Lengas, el camino se vuelve cada vez más rocoso y empezamos a
intercalar entre espacios abiertos y boscosos ganando altura suavemente. A la media hora prácticamente caminamos ya por
zonas abiertas, con los bosques de Lengas a los costados, en este punto, es
donde empiezan a parecer vistas espectaculares en todas direcciones, ya se
hacia el atractivo cerro Paine Grande y su bello glaciar Francés, la espalda del peculiar cerro Cuernos del Paine
o la increíble vista hacia el lago Nordenskjold.
Había decidido esa mañana caminar realmente lento tratando de disfrutar al máximo el inigualable paisaje, sumado al toque mágico de la enorme cantidad de nieve depositada la noche anterior. Evidentemente no tenía preocupación por el horario, ya que había decidido quedarme otra noche más en el campamento gratuito de la CONAF, lo que si pensé en ese momento y que al regreso sucedió, era que al haber bastante nieve en el sendero, con la cantidad de personas que lo transitan mas el descongelamiento, esté se pondría complicado en el descenso, y así fue, pero lo que no imagine fue la suerte que tendría. Al que madruga……..
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Cuernos del Paine. |
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Glaciar del Francés. |
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Vista a lago Nordenskjold. |
Tras una pequeña subida el sendero vuelve a
introducirse por un bosque de Lengas que presenta a nuestra izquierda una pronunciada
caída hacia el valle, se cruzan algunas bajadas de agua y volvemos afrontar otro
leve ascenso intercalando entre bosque y espacios abiertos hasta llegar al
Mirador Francés, desde el cual se tienen una magnifica vista del valle, de sus
picos, y sobre todo, de los detallados glaciares colgantes y seracs del cerro
Paine Grande.
Me tome un pequeño descanso apreciando el
paisaje y pensé almorzar de regreso en el mirador debido a su gran encanto, en
ese momento me pasaron dos chicos que habían comenzado el ascenso después de
mi. Evidentemente había sido la primera persona en encarar el Valle del Francés
esa mañana.
El camino continúa bordeando el río por
dentro de un bosque tupido de Lengas sin grandes desniveles. Por suerte en este
punto, las marcas naranjas que indican el camino ya no se encontraban sobre las
rocas sino sobre los arboles. Abría sido imposible seguir el sendero debido a
la cantidad de nieve acumulada, de 20 a 30 cm, incluso más, cubriéndolo por
completo. Así y todo, lo realice con cautela, ya que de momentos los chicos que
iban adelante mío y yo tomábamos caminos diferentes, ya que a veces estos no
seguían las marcas, y otras, no la encontraba con facilidad debido a la
distancia entre ellas.
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Zona alta del Valle del Francés. |
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Un claro en el bosque... Río del Francés. |
A 45 minutos o un poco más desde el mirador
Francés, el camino sale del bosque, cruza un lugar abierto pedregoso, bastante
amplio, por donde baja un pequeño arroyo afluente del río del Francés, tras
este arribamos al campamento Británico, el cual se encuentra deshabilitado para acampar,
desconozco si es de forma permanente, por lo menos eso me dieron a entender los
guardaparques. Este posee solo un
cartel que indica la presencia del mismo
y trincheras de troncos para proteger las carpas del viento.
A 15 o 20 minutos desde el campamento Británico
luego de algunos ascensos por zonas bastante rocosas, llegamos al mirador Británico.
Su señalización no se encuentra a la vista, hay que tener cuidado de no pasarse
y adentrarse más en el valle si es que no quieren caminar de mas. De todas
formas el camino sigue muy poco claro a algún otro mirador y zonas de escalada
que no están indicadas en el mapa, solo la gente del lugar y los interesados lo
realizan.
Desde el mirador Británico se tiene una
vista única de las paredes de granito que rodean al valle con sus caprichosas
formas, brindándole sus respectivos nombres como ser cerro Aleta de Tiburón o
cerro Espada, u alguna otra, usando un poco la imaginación. Sin dudas el
paisaje tiene la capacidad de encantar con sus caprichos, belleza y silencio, haciéndote perder la
noción del tiempo, con la mirada perdida en cada uno de sus rincones.
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Paredes graníticas, cerro Aleta de Tiburón a la derecha. |
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Cuerno Norte y cerro Máscara. |
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Mirador Británico. |
La ventaja de haber subido tan temprano fue
la de poder disfrutar del paisaje tranquilo con muy poca gente, solo al mirador
británico llegamos 7 personas ese día. Tras una hora de disfrutar el paisaje,
fui el último que emprendió el regreso, me tome unos minutos a solas. A los 30
minutos de descender encontré a los guardaparques, bloqueando la subida a éste,
debió a la cantidad de nieve precipitada la noche anterior, mucha gente quedo
desconforme y no entendía lo que pasaba.
Les comunique que era el ultimo que bajaba
y en ese momento emprendieron la vuelta haciendo regresar a todas las personas
que subían. Por esta causa, cuando pise el mirador Francés me encontré con
alrededor de 100 personas, charlando, comiendo sacando fotos, lo que me
desbarató el plan de almorzar allí, en mi opinión, en el mirador más bello de
los dos.
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Macizo Paine Grande, mirador del Francés. |
Me resigne un poco molesto a comer más
tranquilo cuando llegara al campamento, esa cantidad de gente, toda amontonada
en el mismo lugar, le quitaba la esencia y el encanto al paisaje.
Si el camino ya lo había notado feo al
regreso hasta el mirador francés, con mucho barro, mis sospechas se confirmaron
al continuar de vuelta hasta el campamento Italiano. El sendero se volvió
bastante tedioso, con mucha agua y barro, generando algún resbalón por allí y
por allá, volviendo todo más lento, generando una mayor precaución al bajar.
Alrededor de la 13:00 hs me encontré en el
campamento, almorcé, me tire un rato a leer en el río, en fin, me tome toda la
tarde para disfrutar, relajarme e intercambiar opiniones con las demás personas
cuando se daba la ocasión. Esta era la última noche en el parque, a la mañana siguiente
emprendería el último tramo, el regreso hasta Laguna Amarga.
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Río del Francés.
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